jueves, 29 de julio de 2010

¿IGUALDAD ANTE LA LEY?


¿IGUALDAD ANTE LA LEY ?

                                                   LA VERDAD

Por Ramón Salustio Sánchez


                           Situación comparativa a Julio 2010

UNIFORMADOS  

Amnistiados  57                     
Indultados  1                        
Fugados     0           
Procesados 3.051                          
Condenas Corte Suprema 216                             
Condenados cumpliendo prisión 62                            

TERRORISTAS

Amnistiados 8893 (1)
Indultados 282 (2)
Fugadis 57
Procesados 0
Condenas por Corte Suprema 0
Condenados que cumplen prisión 0
      

(1)  Indultados por el Gobierno Militar; incluye  retornados del extranjero
(2)  Indultados en Gobiernos de Aylwin y Lagos.

               Lo realmente ocurrido en las décadas del 60, 70 y 80 de nuestra historia nacional ha sido manipulado y distorsionado por aquellos que mejor han hecho uso de los medios de comunicación, tanto en nuestro país como a nivel mundial, primero por el marxismo internacional y luego por aquellos que gobernaron el país durante 20 años. Todo esto con el objeto de denostar la obra restauradora del Gobierno Militar y atacar a aquellos que tuvieron que emplearse para enfrentar la mayor crisis política, económica, subversiva y social que recuerda nuestra nación en sus doscientos años  de vida independiente.

              Los intentos por decir la verdad y escribir lo que realmente aconteció han sido varios, pero han sido totalmente sobrepasados por la cuidada, bien organizada y persistente propaganda en contra. Así, hoy día gran parte de la ciudadanía está desinformada,  otros tienen el cerebro lavado, y la juventud “no está ni ahí”, pues no conocieron la realidad o se han sumado a repetir lo que escuchan por aquellos que están por el “ni perdón ni olvido”. No hay Museo de la Memoria para lo ocurrido en nuestro país en las década del 60  y hasta septiembre de 1973.

             Muchos políticos y parlamentarios han evitado enfrentar la realidad de lo ocurrido, pensando que lo “políticamente correcto” para obtener votos es continuar atacando a los militares después de 36 años de producido el Pronunciamiento Militar, y de 20 años de gobiernos democráticos. Otros mantienen la desinformación para ocultar sus propias responsabilidades en el trabajo subversivo, internación y uso de armamento clandestino, y  como autores intelectuales de hechos de sangre como los atentados contra personalidades como el ex senador Jaime Guzmán, y el General Pinochet y sus escoltas.

             Hoy  se habla de buscar definitivamente la reconciliación y la unidad nacional,  se piden actos humanitarios, y se solicitan beneficios e indultos para la población penal de Chile. De inmediato se han levantado voces de aquellos que quieren seguir manipulando y distorsionado la realidad de lo ocurrido, oponiéndose a que el gobierno de Piñera pueda incluir en estos beneficios a los militares procesados y condenados. Se habla de los violadores de los derechos humanos y de los que cometieron crímenes de lesa humanidad. Hay muchas opiniones y cartas, en los medios de comunicación que van en ese sentido. Muchas de ellas da vergüenza leerlas por la ignorancia que trasuntan, otras expresiones dan risa, como aquella de una dirigente de la Agrupación de Familiares de DD.DD., que trata de ignorante a la reconocida abogada, ex Pdta. del Consejo de Defensa del Estado y hoy Decana de Derecho de una prestigiosa Universidad, Clara Czczaranski.

ACLAREMOS:

1.- Todos los chilenos tenemos derechos humanos, no solo los terroristas, subversivos, delincuentes o integrantes de la izquierda que se apropiaron de ese concepto. Así lo estipula el Art. 19 de nuestra Carta Fundamental. La inmensa mayoría de hechos que vulneraron los derechos humanos de los chilenos fueron cometidos, desde la década del 60 en adelante, por lo que creen hoy ser los portaestandartes de ellos. ¡Esa es la verdad!
2.- Encarnizada ha sido  la persecución contra los integrantes de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad. Lo grave es que esta se judicializó, y la verdad distorsionada y manipulada quedó entrampada en los tribunales de justicia. Así hay secuestros que han durado más de treinta años, leyes que no se aplican, otras a las que se le busca resquicios legales como en el tiempo de la Unidad Popular , asociaciones ilícitas inexistentes, leyes internacionales que se aplican no estando vigentes en Chile, ministros prevaricadores que actúan sin control, indebidos procesos, cómplices de hechos sin autores, uso de testigos falsos, desaparecidos aparecidos, torturados no torturados, exonerados no exonerados, y un gran aprovechamiento económico, tanto de abogados querellantes que no quieren que se les acabe la veta dorada, como de miles de millones de pesos para “reparación de víctimas” que muchas veces no son tales; procesamientos y condenas incoados por presunciones que no son graves, precisas, directas, múltiples ni concordantes como lo estipula el Código de Procedimiento Penal; uniformados profesionales procesados y condenados como privados, abogados que luego dicen que son agentes del estado, sólo con el objeto de cobrar millonarias indemnizaciones.
         Debido a lo mencionado en este punto, los uniformados hoy en las cárceles son presos políticos militares. ¡Esa es la verdad!
3.- El Art. 19 de nuestra Constitución también expresa la igualdad ante la ley. Este derecho de los uniformados condenados es el más atropellado. Dos fueron las fuerzas en pugna durante el Gobierno Militar, unos por voluntad propia se formaron en organizaciones ilícitas para combatir por las armas la institucionalidad de la República ; los otros fueron profesionales de las Fuerzas Armadas y de Orden, destinados a distintos puestos para defender las instituciones permanentes y los derechos humanos de la ciudadanía. A los primeros se les protegió, estando detenidos se les otorgaron beneficios, muchos sin que tuvieran derecho a ellos, y luego se les indultó. A los segundos siempre se le han negado sus beneficios carcelarios y ahora se les quiere negar indultos. Unos son tan chilenos como los otros, también tienen derechos y familias que sufren. ¡Esa es la Verdad !
4.- Majaderamente se insiste que los militares cometieron crímenes de lesa humanidad, que son imprescriptibles, inamnistiables y que no se pueden indultar. Largo sería detallar los penalistas, constitucionalistas y expertos en derecho procesal que han demostrado la falsedad de esas aseveraciones, muchos de los cuales son jueces y ministros del Poder Judicial, pero que en las resoluciones solo han sido votos de minoría.
      Breve aporte:
- Los tratados internacionales sólo se incorporan a nuestra jurisdicción, cuando son ratificados por Chile. Hay que respetar nuestra Constitución que claramente expresa en su Art. 5 que se deben respetar “los Tratados Internacionales ratificados por Chile y que se encuentran vigentes”.  Los crímenes de lesa humanidad recién se acaban de incorporar a nuestra legislación el 18 de Julio del año 2009 recientemente pasado, al ser ratificado en Chile el Tratado Penal Internacional, o Tratado de Roma, por la Ley N º 20.357, donde por primera vez se tipifican esos tipos de delitos. Antes de esa fecha simplemente en Chile no existían los crímenes de lesa humanidad. Más aún, los militares procesados y condenados, han llegado a esa condición por el delito de homicidio o por el pseudo delito de secuestro. No se puede seguir insistiendo que los miliares han cometido crímenes de lesa humanidad si nuestros códigos y leyes no contemplaban este tipo de delito en las fechas en que ocurrieron los hechos. ¡Esa es la verdad!
- Y si hay que respetar tratados internacionales, hay que empezar respetando la Convención de Viena sobre derecho de los tratados que en su Art. 28 expresa: “Las disposiciones de un tratado no obligarán a una parte, respecto de ningún acto o hecho que ha tenido lugar con anterioridad a la fecha de entrada en vigor del tratado para dicha parte…” ¡Esa es la verdad!
5.-  El gobierno manifestó que al otorgar beneficios e indultos a la población penal de Chile: “… No va a debilitar la lucha frontal contra la delincuencia y el narcotráfico…, no va a poner en peligro a la seguridad ciudadana ni el orden público…, va a considerar razones de edad y el estado de salud o enfermedad”.
         La ciudadanía tiene totalmente claro, y el gobierno también debe tenerlo, que los militares encarcelados, si son indultados no van a debilitar la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico, ni van a poner en peligro  la seguridad ciudadana ni el orden público. Además debe tenerse presente que el promedio de edad de los militares en prisión es de 66 años, ya en la tercera edad, y muchos están gravemente enfermos. ¡Esa es la Verdad !
             

¡CANDIDATO PIÑERA PROMETIÓ A MILITARES 
IGUALDAD ANTE LA LEY.  ART. 19 DE LA CONSTITUCIÓN !

miércoles, 28 de julio de 2010

LO QUE DIJO EL CANDIDATO EL 10 DE NOVIEMBRE DE 2009 EN EL CÍRCULO ESPAÑOL




LO QUE DIJO EL ENTONCES CANDIDATO PRESIDENCIAL, DON SEBASTIÁN PIÑERA ECHENIQUE, EN LA REUNIÓN CON EX UNIFORMADOS EL DÍA 10 DE NOVIEMBRE DE 2009 EN EL CÍRCULO ESPAÑOL

“Me quiero referir al tema de la justicia en nuestro país’’.
Luego puntualizó que en su administración terminará con la discriminación que afecta, en tribunales, al personal uniformado, y el gobierno demandará que a todos “se apliquen los principios que siempre han orientado la verdadera justicia’’.
Añadió: “En nuestro gobierno vamos a apelar para que la justicia se aplique a todos los ciudadanos de nuestro país, incluyendo por supuesto a las personas que están en servicio activo o en retiro de nuestras Fuerzas Armadas y de Orden, sin arbitrariedades’’.
Fustigó que hoy tengamos una modalidad judicial que es lenta, donde las causas se demoran demasiado.
Dijo que tomará medidas para que haya para todos una justicia que se aplique “en forma oportuna y sin mantener procesos ad eternum, que nunca terminan’’.
Agregó que en el caso de los uniformados, en servicio activo o en condición de retiro, habrá una Justicia justa, que no discrimine, sino que a todos garantice el “respeto de las garantías fundamentales como es el debido proceso”. Aludió a la aplicación de normas internacionales en contra de procesados, tratados que no están vigentes en Chile y que se aplican, lo que rechazó de plano.
Sostuvo que a los tribunales se les va a pedir “también, la aplicación correcta – de acuerdo a nuestra legislación – de los tratados internacionales, el principio de prescripción de los delitos”.
Dijo que si se aplican tratados internacionales que no son leyes en Chile, no hay un juicio justo y que, en su gobierno, se demandará a los tribunales “aplicar lo que es esencia, lo que garantiza un verdadero estado de derecho”.
Recalcó: “La justicia tiene que ser aplicada en forma equitativa y los principios de la Justicia como el debido proceso, como las normas de prescripción, como la imparcialidad de los tribunales, como la oportunidad en que la justicia debe ser aplicada, debe aplicarse a todos los chilenos sin ninguna distinción”.
Prosiguió Piñera, en medio de los aplausos de su auditorio, “Creo que (lo anterior) es un principio que honra a nuestro país, fortalece nuestro estado de derecho y apunta definitivamente a conquistar una plena y total reconciliación en un país que, por distintas razones, estuvo sometido a divisiones muy profundas, que generaron mucho encono, mucho rencor, mucha odiosidad entre los chilenos, la presunción de inocencia y la imparcialidad del Tribunal que debe juzgar los casos”.
(Fuente: Diario digital “CHILE INFORMA”.

CARTA ABIERTA DE GENERAL NÚÑEZ MANRÍQUEZ AL PRESIDENTE


CARTA ABIERTA

Santiago, 26 de Julio de 2010.
EXCELENTISIMO
SR.PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
SEBASTIAN PIÑERA ECHENIQUE
PRESENTE

Estimado Presidente,

Hace algunos años atrás, 1998 para ser preciso, en el Aeropuerto de Barajas, mientras vitrineaba en una tienda Ud. se acercó y me dijo: “Ayúdeme a escoger una corbata, mi general. Roja o amarilla”, me di vuelta y me sorprendí al verlo y sobretodo, que me reconociera. Creo que después de preguntarme: “¿Cómo está su general Pinochet?”, quien estaba detenido en Londres, compró una corbata amarilla que en alguna ocasión, tiempo después, lució repetidamente. Quizás ni se acuerda de ese momento.
Le hago este preámbulo porque con la misma espontaneidad y confianza suya de esa ocasión, yo me aprovecho y le digo Sr. Presidente: “Ayude a los chilenos a reencontrarse”.
37 años han pasado  y un sector de sociedad chilena, contaminada políticamente por una propaganda odiosa, persistente y financiada mañosamente, desea podrir en la cárcel a un grupo de compatriotas, que ya han  pasado parte importante  de su existencia tras las rejas. Por el solo hecho de ser militares.
Presos han visto crecer a sus hijos; han visto fotos y videos de los matrimonios de sus hijos en el calabozo, y han regaloneado a sus nietos en la cárcel. Se han ensañado con ellos, sin ningún beneficio - le repito -, por el solo hecho de ser militares.
Su pecado: Haber sido instrumentos que el Estado empleó – buena o malamente, no era su responsabilidad – en momentos que la Patria caía en un espiral de desorden institucional y el pueblo a gritos pedía la intervención de las FF.AA.
Lamentablemente, los años han pasado, hemos perdido la perspectiva, perdimos también la memoria, la viejita haciendo cola con el balón de gas se murió;  y tanto el carabinero que sufría el “linchacazo” del extremista, como éste último, deben andar paseando a sus nietos en alguna plaza. Hoy políticos que fueron compañeros de ruta de los militares - muchos cooperando ahora en su gobierno-, “miran para el techo”, en una vergonzosa actitud, y conviven con aquellos que años atrás eran conocidos por sus “chapas” o “nombres de combate”. Los que expresaban al Gral. Pinochet que su error fue “no matar más comunistas”, no se encuentran en ninguna parte. Ese era y es el país real, no de panfleto ni pauteado desde las altas esferas de las sombras comunicacionales.
Entonces … ¿Es posible que un país que aumenta todos su índices, incluida la inteligencia, eche sobre los hombros de 100 o 200 militares, marinos, aviadores y carabineros presos o procesados, la responsabilidad de una crisis institucional que la incubaron los propios políticos y que ninguno de éstos hoy asuma su responsabilidad?
Se cometieron errores, y muchos; algunos francamente estúpidos y atroces. También hubo y subsisten dolores por ambos lados que nunca tendrán conformidad…pero…¿Puede un muchacho en la época del 73, de 23, 24 o 25 años de edad, sin responsabilidad de mando, en momentos de tensión, sin tiempo para  reflexionar bajo una disciplina militar, “apechugar” por quienes hicieron de la política su forma de vida y fracasaron? ¿Por aquellos que hoy, lleno de prerrogativas y en elevados cargos o en constantes homenajes, no hicieron “su pega”, o si la hicieron, la hicieron mal? ¿No murió recién quien llamaba a “guardar los fierros por si acaso?
No quisiera emplear un chilenismo conocido, y perdone lo coloquial de mi escritura, pero… ¿no se ha actuado “hipócritamente” con estos militares, “sacándose el pillo” con ellos? ¿Por qué ha habido y hay un doble estándar? ¿Por qué murió un suboficial amputado de sus dos piernas, enjaulado, por ser un peligro para la sociedad?
¿Como es posible que la Concertación haya  motejado  como un Ejército de asesinos, a mi ejército, al ejército de mis hijos, al Ejército de mi orgullo; y  que ellos, por obra de la magia y de la propaganda convirtieron en un “Nuevo Ejército” en 20 años, y ese estigma se traspasara a generaciones de jóvenes chilenos incluido a miembros de las FF.AA.?
Lo  mismo que con la Iglesia, y ahora la Iglesia es mala y para desprestigiarla, hábilmente, confunden la presentación de petición de indulto, con situaciones puntuales lamentables que vive y la hacen fracasar en su misión de paz y reconciliación. O sea, quieren una iglesia “a su pinta”. Siempre actuando igual, “chuecamente”, “con la negra”. Primero fue “Verdad ,Justicia y Reconciliación” ,para terminar en “Ni Perdón ni Olvido”. Siempre venganza y odio.
Presidente, y la “dura”: ¡Cuántas veces se dijo, entre muchas dudas,  ´”Este gallo va a tener más pantalones que Sarkozy”! … y nos cuadramos con usted y votamos por usted. Confiados.
Me rebelo a sentirme arrepentido y engañado. No me quiero avergonzar de haber estado gritando con una bandera chilena el día de su victoria en el Apumanque. Pero veo que ha cedido ante las amenazas de la Concertación y agrupaciones afines , y no quiero ser  como esos taxistas que al final del período de Michelle Bachelet le decían a su clientes:”Por suerte yo no voté por ella”.
Después de su mensaje ayer expresé que había que reaccionar con más razón que pasión porque deseo leer entrelíneas que tras sus palabras se desprenderán muchas orientaciones que le permitirán la gran oportunidad de actuar con humanidad.
Presidente, van a pasar 100 años más, los dos vamos a estar en el otro mundo; a lo mejor usted en mejor tumba que la mía, pero los hijos de nuestros nietos van a seguir discutiendo sobre la tierra por el “Sí” y por el “No”, o quizás todavía se estén presentado  querellas. ¡¡¡Por favor!!!
Al igual que en  Barajas, años atrás, cuando me pidió ayudarlo a elegir el color de la corbata, hoy le diría “patudamente”: “Ni amarilla ni roja, Presidente, una tricolor, con los colores de Chile, para que tras su visión de estadista ayude a los chilenos a reencontrarse”.
Lo saluda con afecto y respetuosamente,

Fdo.) General HERNAN NUÑEZ MANRIQUEZ

lunes, 26 de julio de 2010

AL HOMBRE LO GUÍAN LAS ENCUESTAS

Hombre Mirando Encuestas
 
Por Hermógenes Pérez de Arce.

 
Hoy (viernes 23) se informa ("La Segunda") que el Presidente examinará atentamente las encuestas antes de resolver sobre indultos. Quiere decir que no tiene ideas propias sobre lo que está bien o está mal hacer. Lo guían las encuestas. Y las encuestas están determinadas por lo que la gente piensa. Y la gente piensa lo que la corriente dominante ha consagrado como pensamiento oficial de la gente: no se debe indultar a ex uniformados porque cometieron delitos de lesa humanidad. Lo cual, como probé en el blog de ayer, es falso, pues cuando llevaron a cabo los actos por los cuales son juzgados no se había legislado en Chile tipificando los delitos de lesa humanidad. Y, por lo demás, lo que ellos hicieron tampoco se encuadra en la tipificación que, por primera vez el año pasado, hizo de esos delitos la ley 20.357.

Chile es así. Un país de cerebros lavados, donde la mayoría es capaz de opinar un disparate sólo porque se lo han repetido suficientemente: que los militares no pueden ser indultados porque cometieron delitos de lesa humanidad. Lástima que cuando los militares hicieron lo que hicieron no existían esos delitos en la legislación chilena, y el derecho penal de hoy y de siempre dice que nadie puede ser penado por un delito que no haya sido tipificado antes de ser cometido.

Pero acá la legalidad, el estado de derecho, no importan en estos juicios. La verdad tampoco importa. El gobierno actual le denegó el indulto al general Odlanier Mena, de 84 años y gravemente enfermo y que está cumpliendo larga condena por un delito que ni siquiera cometió. ¿Cómo sé yo que no lo cometió?
 
Porque una de las cuatro víctimas de ese delito, el socialista Waldo Sankán, el único que sobrevivió, lo dice hoy con todas sus letras en "La Segunda". Y además él piensa que el general Mena es una buena persona y añade que fue benévolo con él y le dio la libertad. Pero así como a los jueces de izquierda no les importa el derecho (porque si les importara no tendría lugar ninguno de estos juicios por hechos de hace 35 años o más, pues están amnistiados, prescritos y, en muchos casos, los mismos hechos ya fueron juzgados) a esos jueces de izquierda tampoco les importa la verdad de esos hechos, como queda en evidencia al decir una víctima del supuesto delito del general Mena que éste no tuvo participación en él.

¡Pero el gobierno que, todavía creen algunos, es de centroderecha, le denegó el indulto al general Mena! Y con beneplácito general, pues las encuestas dicen que no se debe indultar a ex uniformados. A los terroristas sí, y por eso indultaron a Aliste en 2004, con beneplácito general, y entonces Aliste asaltó un banco y asesinó al cabo Moyano, porque ése es el oficio que la izquierda le ha enseñado.

La diferencia entre él y los uniformados presos es que éstos, antes de 1973 y después de los hechos que les han sido imputados, siempre han tenido y se puede asegurar que tendrán una intachable conducta, pues de otro modo no habrían hecho carrera en las fuerzas armadas o carabineros. Entonces el país de los cerebros lavados decreta por mayoría que los terroristas deben ser indultados para que puedan seguir asesinando, mientras que los ex uniformados no deben serlo, aunque tengan intachable conducta anterior y se sepa que no van a delinquir.

El Hombre Mirando las Encuestas, debido a que decide, actúa y gobierna así, mirando las encuestas, vive entonces en el peor de los mundos: no sólo toma decisiones moral, jurídica y socialmente equivocadas, sino que lo hace por las razones equivocadas, como la de que los delitos de lesa humanidad no deben indultarse.

Cosas como ésta son las que le dan tanta base a quienes describen al suyo como el "V Gobierno de la Concertación". Pues, tal como los otros cuatro, le ha dado en esta materia preeminencia al odio extremista por sobre la ley, la verdad y la razón.

EL QUE ESTÉ LIBRE DE CULPA QUE LANCE LA PRIMERA PIEDRA

Claudio Rivera Canihuante
Presidente Alianza Independiente Regionalista
(A.I.R.E.)

Los regionalistas frente a indulto bicentenario propuesto por iglesias Católica y Evangélica al gobierno de Sebastián Piñera
EL  QUE  ESTE LIBRE DE CULPA QUE LANCE LA PRIMERA PIEDRA

                                                 Por: Claudio Rivera Canihuante

                                                                       Abogado regionalista. Presidente de AIRE
La propuesta de indulto de las Iglesias con motivo del Bicentenario,  ha  generado un fuerte debate. Ha sido sorprendente la dureza de expresiones de los distintos actores políticos, incluso antes de conocer  la propuesta entregada al gobierno  estos últimos días. Cualquiera sea el juicio, no puede en caso alguno criticarse a instituciones profundamente éticas cumplir su misión; y menos dudarse de la honestidad y transparencia con que  han actuado. Demás está señalar que la propuesta, en caso alguno está referida a hechos que merecen el repudio nacional tales como violaciones a los derechos humanos, delitos violentos, narcotráfico y otros que por su naturaleza  nadie podría consentir que se perdonaran.
El tratamiento del indulto y la vehemencia con que se han manifestado las opiniones contrarias, demuestra que la sociedad chilena, representada especialmente por aquellos que tienen acceso a los medios de comunicación, no está aún en condiciones de perdonar. Sin embargo, ello debe ser también un tema de reflexión, si algún día queremos cerrar las heridas del pasado y asumir la responsabilidad que nos cabe frente a la inequidad e injusticia social.
La división efectuada entre delitos cometidos por militares y civiles para revisar el perdón, nos lleva a hacer algunas reflexiones; las que no pretenden justificar la actuación de quienes cometieron  los delitos  y menos   ser irreverentes frente al dolor de las víctimas y sus familiares,  o  relativizar la actuación de las instancias jurisdiccionales. Se trata más bien, de comprender que la sociedad la hacemos los unos con los otros; y la delincuencia,  como otros males sociales, tales como la corrupción, la drogadicción, la cesantía, la indigencia, se dan en contextos sociales que de una manera nos comprometen a todos.
Respecto de los delitos cometidos por militares, conviene recordar que en los años 1972 y 1973, el gobierno incorporó a las fuerzas armadas a su gabinete como una manera de mantener la institucionalidad. Por su parte la oposición de la época encabezada por la Democracia Cristiana y los partidos de la derecha, declararon ilegal el gobierno; y sus seguidores lanzaban maíz al paso de las fuerzas armadas por no intervenir militarmente y dar el golpe de Estado  derrocando el gobierno de Salvador Allende.
Es en este contexto en el que se produce el golpe de Estado; y las fuerzas armadas se aparecieron a instancias de agentes políticos que consideraban el levantamiento militar como la única solución posible frente a un gobierno que se desmoronaba por razones económicas y políticas. La historia muestra a algunos de los principales líderes de la DC justificando el golpe de Estado de 1973; mientras algunos líderes de la Unidad Popular llamaron a defender con las armas  la revolución iniciada por Salvador Allende. Siete años más tarde en 1980, el partido Comunista llamó a derrocar el gobierno militar por la vía armada, situación compartida con una gran parte del Partido Socialista.
Conviene recordar  el heroico trabajo de la Iglesia Católica chilena, encabezada por el Cardenal Raúl Silva Henríquez, protegiendo y amparando a los perseguidos por la dictadura militar; aún a costa  de la integridad personal  de sus colaboradores, quienes sufrieron en carne propia el rigor de los organismos de seguridad de la época. Esta situación de inseguridad se vivió incluso hasta inicios del régimen democrático de don  Patricio Aylwin.
Nada puede justificar la tortura, represión,  secuestros y asesinatos y demás violaciones a los derechos humanos ocurridas durante el régimen militar; pero después de más  treinta años tal vez sea posible encontrar casos especiales que merezcan compasión. Es posible que los que pertenecimos a la Unidad Popular o a la oposición de la época, no hayamos cometido ningún atentado contra los derechos humanos; pero ciertamente somos responsables de generar una crisis política cuya resolución hoy día todos lamentamos.
En cuanto a los delitos comunes, existe la tendencia a creer que la delincuencia  se disminuye  con penas más duras y más cárceles, aún cuando los tratadistas dicen lo contrario. De hecho  las cárceles son escuelas del delito,  sin que exista  evidencia de reales posibilidades de reinserción de los presos que han cumplido con su condena. Cualquiera que haya tenido la experiencia de ir a un recinto carcelario sabe que los presos están recluidos en condiciones sub humanas; y las humillaciones y dramas de los familiares y amigos que los visitan, hacen  que la pena no la sufra solo el delincuente, sino  todos quienes están vinculados a él.
El no perdonar no es  un mensaje a la delincuencia.  Debe entenderse que el delincuente  común por definición es un individuo que no respeta normas, razón por la cual no es un interlocutor que esté escuchando lo que diga la autoridad; porque se siente  al margen de una sociedad  que ha sido injusta con él.
Cuando la encuesta CASEN indica que el número de pobres ha aumentado, más allá de las explicaciones, nos está diciendo que hoy hay más gente a quienes sus ingresos no alcanzan para comer. Nuestro país está generando una masa creciente de marginados, de la educación, del trabajo,  de la salud, del bienestar social; y ello constituye no solo el lamentable resultado de un sistema que no tiene piedad con los pobres, sino también un pésimo pronostico del comportamiento de la delincuencia. En este sentido, la pobreza y la marginación es también un atentado contra los derechos humanos que como sociedad debemos abordar y en el que actualmente somos todos responsables.
La Iglesia Evangélica desarrolla un loable trabajo en las cárceles para llevar La Palabra a los reos, que en muchos casos es el único gesto amable que éstos han recibido en su vida; de manera tal que tiene la autoridad moral  para proponer el perdón para algunos condenados por la sociedad. Tal vez , con la misma vehemencia con que hemos escuchado el porqué no perdonar, podríamos preguntarnos  si por acción u omisión , no somos también responsables  directa o indirectamente que muchos chilenos cometan delitos que todos aborrecemos.
Cuando hayamos adquirido la certeza de nuestra absoluta inocencia e inimputabilidad en los males sociales de nuestro país, podremos condenar con propiedad a nuestros hermanos. Si por el contrario, asumimos nuestra responsabilidad y nos sentimos lo suficientemente culpables como para no lanzar la primera piedra; no podremos sino agradecer a la Iglesia Católica chilena, cuya acción en defensa de los derechos humanos en el período del gobierno militar, le confieren  la autoridad moral e histórica para proponer  un camino de reconciliación nacional por el bien de Chile. Por su parte, el conocimiento de la Iglesia Evangélica del mundo de las cárceles  donde a diario desempeñan su misión, hace que su propuesta sea un mensaje limpio y puro que pretende aliviar el dolor humano de algunos presos.
La propuesta de indulto no borra la pena ni el delito, sino que simplemente es un mejoramiento de condiciones  a personas que se encuentran en situaciones de enfermedad terminal o muy mayores, unidas a una tipología de delitos y estado del cumplimiento de penas. Así la realización de un gesto  amable a un condenado próximo a morir, nos hace recordar a Violeta Parra cuando en sus versos nos dice  “al malo solo el cariño lo vuelve puro y sincero”.
 No nos corresponde definir en qué condiciones o a quienes debe perdonarse; pero  sí  hacer los esfuerzos para  lograr una sociedad inclusiva y solidaria, para recuperar  a aquellos que han cometido delitos y  especialmente evitar que otros lleguen a cometerlos, porque la Patria somos todos.

domingo, 25 de julio de 2010

CLARA CZCZARANSKY



SRA. CLARA CZCZARANSKY

Las reacciones al pronunciamiento del Presidente de la República sobre el indulto han sido diversas, diversas porque cada quién las interpreta a su manera, acomodándolo a sus intereses y costos político partidistas, o a los beneficios electorales que les pueda reportar, en medio de una evidente ignorancia o confusión, deliberada o no, de los aspectos legales a considerar. La única opinión válida, objetiva y seria emitida es la manifestada por la jurista señora Clara Czczaranky en el programa “ESTADO NACIONAL” de hoy domingo en TVN, donde queda en claro la responsabilidad que le cabe al poder legislativo por no haber abordado, cuando ha tenido la oportunidad de hacerlo, la figura penal del indulto y las correcciones que se deben hacer, como el derecho penitenciario y los jueces de aplicación de penas, entre otras que eviten politizar la justicia

sábado, 24 de julio de 2010

REFLEXIONES SOBRE INDULTO Y LA AMNISTÍA


EL MERCURIO

Tribuna
Sábado 24 de Julio de 2010
Reflexiones sobre el indulto y la amnistía

Fernando Saenger Gianoni
Profesor de Derecho Político y Constitucional UCSC
Con motivo del ejercicio del derecho de petición que el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile ha formulado al país y al Presidente de la República sobre ideas para otorgar un indulto, me permito efectuar algunas reflexiones y precisiones que creo son de utilidad para que la opinión pública tenga parámetros de comparación.
Nuestro Código Penal en su artículo 93 consagra la extinción de la responsabilidad penal. Entre otras razones lo es por la amnistía, la cual extingue por completo la pena y todos sus efectos. Además se extingue por el indulto, que sólo remite o conmuta la pena, pero no quita al favorecido el carácter de condenado para efectos de reincidencia o nuevo delinquimiento y demás que determinen las leyes.
De acuerdo a nuestra Constitución Política, el indulto puede ser particular y será otorgado por el Presidente de la República en forma nominativa conforme a la ley. A diferencia de la Constitución de 1925, sólo puede otorgarse una vez que existe sentencia ejecutoriada en el proceso. Los indultos generales y las amnistías requieren de una ley de quórum calificado (mayoría absoluta de los diputados y senadores en ejercicio).
Reconociendo la grave situación de violación a los derechos humanos que se produjo de 1973 a 1990, en especial las trágicas muertes del General Prats y su señora, Orlando Letelier, y tantos más que sin duda son abominables y condenables desde todo punto de vista, es útil para el debate recordar que durante la presidencia del Presidente Frei Montalva se dictaron numerosas leyes de amnistía (no en materias de derechos humanos).
Así, por ejemplo, se amnistió a los periodistas que se encontraban procesados o condenados por infracción a la ley de abusos de publicidad. Hubo amnistías particulares insólitas, como la que favoreció a un señor Juan Cifuentes. Se concedió amnistía a las personas condenadas o que se encontraban procesadas por la Ley de Seguridad del Estado. Se amnistió a los alcaldes, regidores y demás responsables por delitos cometidos en la administración municipal (fueron varias); amnistía a funcionarios del Servicio de Tesorerías con motivo de una paralización de funciones. Además, a varias personas particulares por diferentes razones.
A intendentes, gobernadores y periodistas, a los gobernadores e intendentes por la denegación o retardo en la concesión del auxilio de la fuerza pública, etcétera. Además hubo innumerables indultos particulares.
Durante el gobierno del presidente Allende se dictaron numerosas amnistías a personas particulares por diferentes delitos y también se amnistió a alcaldes y regidores, que arbitrariamente habían hecho uso de los caudales municipales para otra finalidad. Se amnistió a personas condenadas por la justicia militar y también a aquellas personas que estaban siendo procesadas o condenadas por la Ley de Seguridad del Estado.

Nadie podrá negar que la amnistía es un grado superior en la exención de responsabilidad al indulto, pues surte efecto antes, durante y después del proceso. El indulto más importante decretado por el ex Presidente Allende fue en 1970 a alrededor de 70 personas, todas integrantes de grupos violentistas del MIR y otros. Muchos de ellos volvieron a delinquir como lo demuestra la historia.
La Constitución Política consagra en el artículo 9º al terrorismo en cualquiera de sus formas, por esencia, contrario a los derechos humanos. El texto original prohibía respecto de estos delitos la amnistía, el indulto y la libertad provisional. La primera reforma constitucional que se hizo en democracia fue en abril de 1991, la que modificó esta disposición y otras, y permitió la amnistía y los indultos sin exclusiones de ninguna naturaleza. Actualmente, de acuerdo al artículo 63 Nº 16 de la Constitución, con los dos tercios de los diputados y senadores en ejercicio, se pueden amnistiar delitos terroristas.
Esta reforma fue patrocinada por el gobierno del señor Aylwin y sostenida con especial énfasis por su ministro de justicia, señor Cumplido, y don Andrés Aylwin en la Cámara de Diputados, señalando que no podía quedar excluido ningún tipo de delito. O sea, actualmente, todo es amnistiable.
Por ello es que cuando en fallos de la Corte Suprema se refiere a la imposibilidad de las autoamnistías en materia de derechos humanos, olvida esta importantísima reforma constitucional que precisamente la permite para el terrorismo, y que, como lo señala nuestra Carta Magna, es contraria a los derechos humanos.
Tamaña contradicción subsiste, y es evidente que, sin duda, a pesar de la primacía del derecho internacional, no es menos cierto que el ejercicio de la soberanía nacional le permite ejecutar lo que el texto reformado en democracia así establece.

jueves, 22 de julio de 2010

EDITORIAL: OSCURANTISMO JUDICIAL


EDITORIAL: OSCURANTISMO JUDICIAL, INCONSECUENCIA POLÍTICA Y DESINFORMACIÓN CIUDADANA.

Sí, Oscurantismo Judicial, así podríamos en resumen denominar - los que somos ajenos al tema y profanos en derecho penal -, la época que vivimos a propósito del debate desatado sobre los indultos del bicentenario que se aproxima. Y este oscurantismo proviene de hechos que no atinamos a entender.
Como muestra de nuestra confusión, sin mencionar la tendencia política de cada uno, que consideramos inoficiosa por la imparcial objetividad de deben tener nuestros jueces, hemos elegido al azar a veintitrés personajes protagonistas de hechos relevantes de nuestra historia para intentar desentrañar qué de común es lo que los hermana.
No es la profesión o actividad de cada uno, no son sus creencias religiosas ni sus ideologías políticas,  no son sus nombres ni apellidos, no es un lazo de parentesco que los relacione, no es la edad indicada entre paréntesis y, tampoco, la fecha de su muerte, indicada al final de cada nombre.
¿Qué es, entonces, lo que los une?
Pues los une un trágico destino común: Los veintitrés fueron víctimas de planificadas operaciones criminales que, por razones políticas e ideológicas encontradas, en un escenario histórico de odio y violencia, desatadas por los dogmatismos imperantes en la época, terminaron violenta y cobardemente con sus vidas.
Los veintitrés fueron salvajemente asesinados por pensar distinto. Los dos primeros, en los últimos días del gobierno de Eduardo Frei Montalva; los nueve siguientes, en el gobierno de Salvador Allende Gossens, en plena democracia; los once que vienen a continuación, bajo el gobierno militar del general Augusto Pinochet Ugarte; y, el último, en el gobierno de Patricio Aylwin Azócar, cuando la democracia ya se había restablecido.

-   Cabo Carabineros Luis Fuentes Pineda 11.Agosto.1970
-   Cabo Carabineros Armando Cofré López 21.Septiembre.1970
-   Cabo Carabineros Tomás Gutiérrez Urrutia 24.Mayo.1971
-   Ex Ministro Edmundo Pérez Zujovic (59) 8.Junio.1971
-   Funcionario Investigaciones Gerardo Romero Infante 16.Junio.1971
-   Funcionario Investigaciones Mario Marín Silva 16.Junio.1971
-   Funcionario Investigaciones Carlos Pérez Bretti 16.Junio.1971
-   Cabo Carabineros Jorge Cartes 14.Septiembre.1971
-   Cabo Carabineros Exequiel Aroca Cuevas 30.Agosto.1972
-   Funcionario Investigaciones Gabriel Rodríguez Alcaíno 2.Abril.1973
-   Subteniente Héctor Lacamprette Calderón (19) 29.Agosto.1973
-   General de Ejército Carlos Prats González (59) 30.Septiembre.1974
-   Ex Ministro Orlando Letelier del Solar (44) 21.Septiembre.1976
-   Teniente Coronel Roger Vergara Campos (43) 16.Julio.1980
-   Dirigente ANEF Tucapel Jiménez Alfaro (61) 25.Febrero.1982
-   General de División Carol Urzúa Ibáñez (57) 30.Agosto.1983
-   Cabo 1° Ejército Carlos Riveros Bequiarelli 30.Agosto.1983
-   Cabo 2° Ejército José Aguayo Franco 30.Agosto.1983
-   Sociólogo José Manuel Parada Maluenda (34) 30.Marzo.1985
-   Diseñador Gráfico Santiago Nattino Allende (64) 30.Marzo.1985
-   Profesor Manuel Guerrero Ceballos (34) 30.Marzo.1985
-   Comandante de Escuadrilla Roberto Fuentes Morrison (51) 14.Junio.1989
-   Senador Jaime Guzmán Errázuriz (44) 1.Abril.1991

Los veintitrés fueron víctimas de la violación del más sagrado derecho humano: EL DERECHO A LA VIDA.

¿Qué es, entonces, lo que nos confunde y que no acertamos a comprender?
No entendemos que los asesinatos, de solamente seis de las veintitrés víctimas, sean calificados de VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS y que sus autores - intelectuales y materiales -, hayan sido procesados y condenados por este delito declarado imprescriptible y no sujeto a amnistía ni a indulto por imposición de los  tratados internacionales suscritos, se supone, con posterioridad a la comisión del delito, es decir, con efecto retroactivo. En cambio, los autores - intelectuales y materiales -, de los alevosos crímenes cometidos en las personas de las diecisiete víctimas restantes, hayan tenido un tratamiento judicial completamente distinto, y hoy todos, absolutamente todos, gocen de la más plena libertad e impunidad, merced, incluso, a la aplicación de la amnistía o el indulto, porque, por alguna extraña razón, a lo mejor de carácter político partidista, esos crímenes NO CALIFICARON COMO DELITOS VIOLATORIOS DE LOS DERECHOS HUMANOS Y FUERON MEDIDOS CON DISTINTA VARA.
También, nos desconcierta que los llamados DELITOS COMUNES que atentan contra la integridad física de las personas, pero con motivaciones distintas a las políticas, no sean considerados como violaciones a los derechos humanos. Es decir, si alguien mata por lucro o por venganza, por ejemplo, judicialmente no habría violado el sagrado derecho humano a la vida de la víctima. Luego, pareciera que no es el daño ocasionado a la víctima lo que califica al delito, sino la naturaleza del sujeto que lo comete: ¡Que contradicción de la justicia! ¡Que interpretación más errónea, a nuestro juicio, del significado del precepto consagrado en la Constitución Política de igualdad ante la ley!
La discrepancia, usual entre los jueces de los tribunales de apelaciones y supremos, es algo que también nos desconcierta. Si las resoluciones judiciales fueran unánimes, no despertarían suspicacias o una duda razonable sobre la culpabilidad del acusado, o de la justa interpretación y aplicación de la ley, y del adecuado merecimiento de la sanción.
Luego, para que este oscurantismo se diluya, y dé paso a un debate transparente y fundado, es necesario que se haga una meridiana claridad entre quiénes apoyan y quiénes se oponen al indulto mediante la adecuada difusión de las normas y procedimientos que nos rigen como país libre y soberano, y de cómo opera el sistema en cuanto a la interpretación de las leyes, en concordancia con el espíritu que inspiró al legislador, en los casos de mayor trascendencia, para un mejor y más justo entendimiento ciudadano.
Las respuestas a las preguntas, que vienen a continuación, permitirían un mejor entender sobre las materias de indultos que se avecinan, que bien podrían ser mejoradas con el aporte profesional e instintivo del periodismo especializado.
¿Los tratados internacionales sobre Derechos Humanos se suscribieron con anterioridad o posterioridad a la comisión de los delitos?
¿Operan, esos tratados, con efecto retroactivo?
¿El efecto retroactivo se extiende solamente, y no más allá, del 11 de septiembre de 1973?
¿Qué diferencian a los delitos comunes contra la integridad de las personas de las violaciones a los derechos humanos?
¿Porqué los veintitrés casos mencionados en esta editorial fueron tratados judicialmente con parámetros distintos?
¿Se violan los derechos humanos cuando se comete un crimen con propósito de lucro, por venganza, o por cualquier otra razón ajena a la política, por ejemplo?
¿Es posible que influyan en un juez sus tendencias políticas, pasadas o presentes, en sus resoluciones cuando esas tendencias son parte medular de la naturaleza del sumario?
¿Deberán todos los beneficiados ser nuevamente procesados si se anulan la ley de amnistía y los indultos concedidos?
¿Violan, las llamadas “funas”, los derechos humanos de las personas y familias  afectadas?
¿Porqué, si la ley y los tratados internacionales son claros, hay usualmente discrepancias entre los jueces de las cortes de apelaciones y supremas?
¿Se constituyen en parte de una asociación ilícita quiénes adhieren al acuerdo oficial de una organización política legal para alcanzar el poder por medio de la vía violenta?
¿Constituyen asociaciones ilícitas el FPMR, el MIR, el Movimiento Lautaro y otras organizaciones de similar naturaleza?
Etcétera, etcétera, etcétera, etcétera………………..
Si la diferencia, que separa las violaciones a los derechos humanos de los delitos comunes, radica, exclusivamente, en que algunos crímenes fueron cometidos por agentes del estado y los otros por miembros de organizaciones políticas ilícitas, entonces, el derecho a la vida arrebatado a las víctimas no tiene ninguna significación para los efectos de aplicar la ley.

martes, 20 de julio de 2010

CZCZARANSKY A FAVOR DEL INDULTO

COSAS DE LA POLÍTICA.
Mientras Senadores Allamand y Lily Pérez, diputados Cristián Manckeberg y  Karla Rubilar y Ministro del Interior, son contrarios al indulto.

 
LA SEGUNDA

Szczaranski apoya indulto: "Aporta cero" tener a uniformados detenidos
Martes 20 de Julio de 2010
Fuente :La Segunda
"Contreras encerrado o suelto no es ningún peligro, es un símbolo", afirma ex presidenta del CDE. Y rechaza beneficios a actuales delincuentes reincidentes. No es la primera vez que la ex presidenta del CDE, Clara Szczaranski, se mete «en la pata de los caballos» en materia de DD.HH. El 2004 levantó polémica planteando la idea de una “amnistía impropia” y ahora entra de nuevo en el espinudo tema siguiendo, recalca, un camino más ético que políticamente correcto. Así, en medio del debate de la propuesta de «indulto bicentenario» que entregará mañana la Iglesia Católica al Presidente Piñera quiso sacar la voz tras las declaraciones del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, quien no sólo criticó los indultos, sino que además consideró que la Iglesia se excedía al entrar en esta materia. Para la decana de Derecho de la Universidad Mayor, en cambio, “es propio de la Iglesia meterse con la misericordia; de hecho, hay órdenes que se dedican a acompañar a los presos condenados en las cárceles”.

Al igual que en 2004, cree que es suficiente que los culpables hayan sido condenados por la justicia, pero que “no es razonable querer que luego de ser condenados, de años de cárcel y a veces con graves enfermedades y dolores, los autores de hechos ciertamente deleznables deban permanecer encarcelados hasta el fin de sus días”. Por eso, es partidaria de de un indulto a uniformados que cumplen sentencia por causas de DD.HH., “porque la seguridad ciudadana no sería afectada”.

En cambio, rechaza beneficios para “delincuentes actuales que para las víctimas son tan graves. Lo que hoy nos asola casi como una epidemia son estos asaltos a las casas, a las personas, a la propiedad. A esta gente que reitera y reincide no le daría un indulto. Ahí hay que ser fuerte y muy claro. En el caso de los derechos humanos, lo limito a un tema de misericordia, que apunta a que ahí no hay riesgos sociales implicados. Un humanista no puede usar a las personas para dar ejemplos. Eso es anti-DD.HH.”.

—¿Cree que el gobierno de Piñera indultará a uniformados?

—He visto temor de que dar indulto a las personas que incurrieron en delitos en contra de los DD.HH. se pudiese entender como una debilidad en reprimir a la delincuencia.

Además, analiza, para algunos “puede ser hasta cómodo tener encerrados a unos cuantos culpables (en DD.HH.). Otros pensarán que con el hecho de tenerlos castigados de alguna manera se repara el daño. Pero cuando uno profundiza en los conceptos jurídico-penales se da cuenta de que la pena no es castigo ni es retribución. Que justicia no es lo mismo que ejecutar una pena y tener a una persona encerrada o antes que se ahorcaba en una plaza”. En su visión, “la justicia se da cuando el Poder Judicial determina los responsables, cuando se condena. Ahí ya está hecha una imputación que le va a pesar sobre su vida y la de su familia infinitamente. Que los tengamos aún a esta altura, con los años que han pasado, encerrados en una cárcel, no me parece lógico”.

—¿Qué diferencia hay entre los arrepentidos, como Herrera Jiménez y Manuel Contreras?

—Hay que distinguir entre los que colaboraron en el esclarecimiento de los juicios, como Herrera Jiménez en el caso de don Tucapel Jiménez y del carpintero Alegría. El pidió perdón públicamente.

—Entonces, a Contreras no se le puede indultar.

—Si no pide perdón, si no justifica y si no ve la gravedad podrían ser entre comillas ser peligrosos...

Debiera tener la oportunidad de disculparse y de reflexionar. Ahora, quiero decir una cosa: para el país Contreras encerrado o suelto no es ningún peligro, es un símbolo, por eso voy al tema de que si es tan humanista, usar a las personas como un ejemplo es propio de una civilización más atrasada. Para mí, Contreras no es ningún peligro, sí es un símbolo. Y él lo ha buscado porque no se ha arrepentido, no ha hecho una reflexión.

Así, acota, la “misericordia” que pueda aplicar el Presidente Piñera será “arbitraria, a su criterio, de no mandar un mensaje equívoco de no soltar a delincuentes peligrosos y, en el caso de Contreras y de los que no han manifestado ningún cambio, habría que analizarlo profundamente porque a pesar de ello, no son un riesgo. Que Contreras está encerrado en una cárcel es sólo para los que siguieron el caso y fueron afectados”.

Y reitera que “aporta cero tener a esta gente detenida. Estoy muy convencida que es castigo es un criterio del pasado. Ahí aquí algo de algo anticuado con mantener a la gente en la cárcel y al confundir el encierro con justicia”.